Les vengo a presumir un escrito que hice hace dos años y que claro no esta bien estructurado ni escrito pero le puse el empeño para entregarlo en una clase de Análisis literario. La profesora nos había dado una carta del tarot y a mi me tocó una que decía NUEVO COMIENZO y teníamos que hacer una historia de pocas cuartillas al respecto así que aquí está y espero que les guste.
AH Y DEJEN SUS COMENTARIOS XD
POR SIMPRE Y PARA SIEMPRE
NANCY
M. ARANDA
Imploré que todo fuera una broma de mal gusto, que lo que
acababa de escuchar solo fuera un invento de mi imaginación.
- me temo que no lo es Raquel- dijo con voz fúnebre el
doctor Morales- Sergio perdió la lucha.
Sabía que tenía que pasar algún día pero nunca iba a estar
preparada para aceptar su muerte. Me dejé caer en la silla.
- no tenía que pasar hoy, no lo esperaba.
- ya era hora que descansara
Las lágrimas se desbordaban de mis ojos mientras asimilaba
las palabras del doctor. Lo más duro seria decírselo a sus padres que se
encontraban en la cafetería y esperaba de todo corazón que la fe aun estuviera
anidada en sus corazones al igual que la fortaleza que necesitarían para los
tiempos que se aproximaban.
Traté de incorporarme pero las piernas no me respondían, no
sentía nada de mi rostro, no podía decir si estaba llorando o mi cara era
inescrutable a los demás y hasta a mi misma que me sentía aturdida; me encontré
con la mirada de un par de enfermeros que me supervisaban como si fuera a
desplomarme. Seguramente esa era mi apariencia.
Tomé una gran bocanada de aire después de unos minutos y no
tuve que decir nada para que los padres de Sergio interpretaran lo que sucedía.
El rostro de ambos se descompuso haciendo que mi corazón se encogiera, no quise
mirarlos a la cara y cabizbaja me acerqué abrazarlos. Como esperaba era un
trago amargo para los señores Fainere muchísimo mayor que para mí. No había
comparación pero aun así yo sentía el pesar por la pérdida de mi primer amor.
Éramos inseparables, teníamos cinco años juntos, cinco
maravillosos años en los que incondicionalmente nos brindábamos ayuda y mucho
cariño. En las buenas y en las malas… no habíamos hecho esa promesa ante un
altar pero entre nosotros eso era vital y así lo habíamos demostrado. Años
antes al iniciar nuestra relación yo había sufrido un accidente- un automóvil
me había atropellado- y Sergio no se
separaba de mi después de llegar de clases; cantaba, tocaba la guitarra, leía,
platicaba para mi, durante dos meses y medio solo yo importaba. A los dos años
de noviazgo lo mío no había sido nada, no importaba nada con lo que le habían
diagnosticado: leucemia.
Su aspecto había sido frágil y pálido pero a pesar de eso yo
lo veía tan guapo como desde el principio.
Sentí una gran nostalgia en lo que esperaba que me
permitieran despedirme de él. Después de una hora entré vacilando a la
habitación entre la disyuntiva de verlo o salir, inmediatamente recordándolo
como era. Me quedé parada tiritando de frio a un lado de la puerta hasta que
decidí acercarme a levantar la sábana.
Su rostro estaba en tanta paz que me provocó un atisbo de
sonrisa. Detestaba que ya no sentía el calor de su cuerpo pero tenía que ser
así, me incliné para rozar sus labios y le dije: hasta luego mi amor.
Recordé algo que me había dicho hacia unos meses… “Escúchame
bien Raquel. Quiero que en cuanto no esté contigo- iba a protestar pero me
detuvo poniendo su dedo en mis labios- no te ates a mi recuerdo. Solo quiero
que no llores porque sabes que no me gusta que lo hagas, que sigas a delante y
encuentre a alguien más. Yo seré feliz mientras tú lo seas y si no sigues mi
instrucción te jalaré las patas- me dirigió una mirada severa- Prométeme que lo
harás.
Era una promesa muy dura y no estaba segura de cumplirla
como él lo pedía pero por complacerlo asentí. No me creyó y se conformó a
medias.
Dentro de dos días seria el funeral pero no me sentía capaz
de presenciarlo, me encerré en mi habitación el resto del día esperando que el
dolor me abrasara.
-…que su alma descanse en paz. Amén.― recitó el padre.
Mi objetivo se había cumplido y a pesar de que sentía los
ojos muy hinchados por querer llorar solo derramé una lágrima de despedida.
Arrojé a la fosa su flor favorita y me alejé rápidamente para ir a sentarme a
una banca lo bastante lejana para no oír los lamentos de los demás. Sentía el
aire que soplaba muy frio, por muy abrigada que me encontrara el frio me calaba
aunque no era para menos por el vestido negro que llevaba… estaba segura que a
Sergio le hubiera gustado. El viento dejó de soplar unos minutos y lo agradecí.
Juguetee con un hilo suelto de mi abrigo esperando a mis
padres que durante todo este proceso habían estado preocupados por mi y hoy a
pesar de mi mejorado estado de ánimo no era la excepción.
-¿Cómo te sientes?- escuché una voz detrás de mí que me
sobresaltó.
Voltee lentamente y me encontré con Fernando, una amigo de
Sergio que siempre había sido incondicional. Me simpatizaba; mostré una cordial
sonrisa.
- Ya te lo imaginas-respondí.
- claro-guardó silencio unos minutos- he… encontré esta
carta dirigida para ti, mejor dicho Sergio me encargó que te la diera.
Extendió su mano ante mí con un sobre dentro de ella. La
agarré y en cuanto se fue la examiné. El sobre estaba un poco arrugado pero
estaba intacto y con el sello que Sergio acostumbraba ponerle.
La abrí impacientemente y leí el contenido.
En estos momentos seguramente estas siendo fuerte enfrente
de todos y también de mí porque me lo prometiste. Creo que fui un poco rudo al
pedirte eso así que ignóralo. Lo que si me gustaría que perdurara es tu
felicidad, en cualquier lugar que yo esté me será indispensable que sigas
adelante; te aseguro que lo que yo necesitaba era descansar de la enfermedad y
puedo estar seguro de que ahora lo estoy.
Te tengo una propuesta: busca entretenimiento en el cine al
que siempre íbamos pero no lo hagas sola ve con Fernando… es algo que me
gustaría para dejarte en buenas manos. Conozco a mi amigo y sé que el siempre
te ha querido y procurará por ti ahora que no estoy. Si no estás de acuerdo
solo considéralo un buen amigo aunque estoy seguro de que te gustará conforme
lo trates más.
Recuerda que siempre te voy a amar en donde quiera que este
y sé feliz por mí.
Guardé
la carta y me sentí bien.
Los
meses que pasaron eran tranquilos y nostálgicos pero como me lo había pedido
Sergio seguí adelante con mis proyectos, continué la carrera que ambos
estudiábamos: veterinaria.
Por muy
increíble que parezca le di una oportunidad a Fernando y empezaba a conocerlo y
me gustaba aun más; tal vez llegaríamos a tener algo serio. Sergio siempre
tendría un lugar especial en mi corazón y me había planeado un nuevo comienzo.
Hola !! bonito blog, te sigo!! besos.
ResponderEliminarTe invito a pasar por el mio^^